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jueves, mayo 29, 2008

Inocente

"Según sé, existen relatos y novelas escritas desde las cárceles o desde posiciones abiertamente situadas que permanecen inéditas o han circulado en forma de manuscritos o en ediciones artesanales muy precarias. Una de ellas la leí en manuscrito hace unos 2 ó 3 años, con el título provisional de Ciudad enferma. Veinte años de vida en diez minutos, cuyo autor es el joven narrador (biólogo de profesión) Rafael Inocente y sé que hasta el momento no ha sido publicada, pues, según me reveló el propio Inocente, iba a someter el texto a un trabajo de revisión minuciosa", escribió Miguel Gutiérrez en su ensayo sobre la narrativa peruana y la violencia política publicado en abril del 2007 en la revista Libros & Artes e incluido posteriormente en su libro El pacto con el diablo. La novela apareció finalmente a inicios de diciembre con el título definitivo de La ciudad de los culpables y fue presentada por el propio Gutiérrez en la Feria del Libro Ricardo Palma. "La novela es la autobiografía picaresca de Orlando Zapata [y] como corresponde al subgénero, el narrador emplea un lenguaje cotidiano, callejero y el tono es irreverente, contestatario, sarcástico y cargado de furia[.] Como no había ocurrido en la narrativa peruana desde la época de Congrains, los personajes de Rafael Inocente (como lo hace también con un notable nivel artístico Daniel Alarcón) pertenecen a los sectores pobres de la sociedad peruana, han nacido de padres migrantes andinos y viven en los asientos humanos y, sin idealizarlos, están representados con toda dignidad humana. [O]tro aspecto que merece destacarse en Ciudad enferma [La ciudad de los culpables] es el conocimiento verdaderamente excepcional de la Lima andina que tiene Inocente. Y así, con el trasfondo de los años más violentos de la guerra senderista, el lector recorre los barrios obreros, los pueblos jóvenes y los asientos humanos de pobreza extrema, pero también las calles y plazas y barrios tradicionales de la Lima colonial", añadía Miguel Gutiérrez con relación a esta primera novela de Rafael Inocente.
Tomacini Sinche López habló de "la bien lograda novela" en su reseña a La ciudad de los culpables publicada en el diario Expreso. "Estamos frente a una ópera prima que no nos da descanso, que nos atrapa, nos emociona y nos abofetea constantemente. Poseedor de una prosa impecable, Inocente ejecuta con elegancia una estructura sumamente fragmentada, la cual nos presenta, a través de testimonios en primera persona, las muchas maneras en que la guerra interna afectó el espíritu nacional. [....] Me atrevo a decir que la ciudad de Lima como tal, con sus avenidas, sus habitantes, su pobreza, su inmoralidad, sus asentamientos humanos, sus distritos, su racismo, sus conos y sus injusticias, es el personaje mejor logrado de la novela. Capital forjadora de hombres sensibles que terminan por odiarla y amarla con la misma fuerza. Sin lugar a dudas, este debut literario ubica a Rafael Inocente como uno de los nuevos escritores que hay que seguir atentamente", concluía.
Al entrevistarlo en La Primera, José Luis Ayala comentó que "leer una novela como La ciudad de los culpables, sorprende y cautiva a un lector atento. ¿Cómo pudo lograr ese hecho un autor joven?".
Otro comentario igualmente favorable es el de Carlos Rengifo: "La novela no solo posee una fuerza que arrastra hacia una lectura sin concesiones, sino que pinta un cuadro sobrio de personajes coneros, con todas sus penurias, vicios sociales y singularidades acarreadas por vivir en una ciudad enferma, llena de contrastes, castradora, sucia, racista. Allí donde pocos quieren meterse, hacen ascos y tratan de soslayar, se mete Inocente; allí donde los escollos de la pobreza, las esteras, los cuartos pigmeos, la falta de agua, la rabia, la frustración, son el pan de cada día, Rafael Inocente ingresa como en su casa, se regodea con esas miserias cotidianas y escupe con valentía las voces que lo habitan, masculinas y femeninas, valiéndose de un arma que nunca falla: la energía y vitalidad de un narrador de fuste que dice las cosas sin remilgos, sin eufemismos ni amaneramientos, y cuyo resultado, aunque espolvoreado por ciertos baches, es menester resaltar".
Esperemos que La ciudad de los culpables siga encontrando pronto muchos más lectores, y solucione sus problemas editoriales y de distribución.

En la foto: Rafael Inocente. "Mi novela se debe a Lima. Lima forjó al autor e hizo su desolación, su amor y su odio por esta ciudad", expresa. Pueden ver aquí una entrevista suya (realizada junto con Arturo Delgado Galimberti) a Oswaldo Reynoso.