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lunes, mayo 19, 2008

Javier Ágreda sobre La iluminación de Katzuo Nakamatsu

A los de la señora Murakami y el escritor de nariz descomunal Shiki Nagaoka, ambos personajes de Mario Bellatin, se añade ahora Katzuo Nakamatsu como nombre propio japonés incluido en el título de una obra literaria peruana. Hablo de la aquí ya consignada novela La iluminación de Katzuo Nakamatsu de Augusto Higa Oshiro (Lima, 1946), cuyo argumento está muy bien contado y valorado por Javier Ágreda en su nota de hoy en La República: "El relato remite a la novela La muerte en Venecia de Thomas Mann tanto por su protagonista, como por su temática y desarrollo. Pero mientras que el Aschenbach de Mann descubre tardíamente la sensualidad y el erotismo, lo que Nakamatsu comprende con claridad es su propio carácter de hombre marginal, tanto por ser hijo de japoneses como por su soledad (es viudo y no tiene hijos) y vocación literaria. A partir de ese momento, decide vestirse como Etsuko Untén (un japonés que lideró en Lima, durante la guerra mundial, un movimiento de apoyo al Japón) y repetir los recorridos del poeta Martín Adán por los bares y lugares más riesgosos de la ciudad. Nakamatsu va perdiendo progresivamente la razón: inicialmente oye pájaros inexistentes en medio del caos urbano; y al final lo vemos desnudarse, en las calles de La Victoria, ante la belleza de un joven, 'el adolescente apetecido, codiciado, mil veces soñado'. Un proceso que es narrado por Benito Gutti, colega de Nakamatsu en la universidad, y al parecer también hijo de emigrantes. De ahí la objetividad y serenidad con que se relata; y también lo trabajado de la prosa (en algunos pasajes demasiado recargada de adjetivos) y su carácter más bien libresco, tan distante de la oralidad dominante en la narrativa de Higa en la época que integraba el Grupo Narración. A pesar del personaje narrador, la novela incluye tanto recuerdos de infancia de Nakamatsu (especialmente la amistad de su padre con Untén) como breves y precisas descripciones del paisaje urbano que el protagonista recorre noche tras noche (cantinas, centros nocturnos, prostíbulos), partiendo siempre del populoso barrio de El Porvenir, en La Victoria. Con la decadencia y sordidez actual de ese barrio, y la melancólica y trágica historia del protagonista, La iluminación de Katzuo Nakamatsu es una muy buena novela y parece representar para Higa el verdadero final de El Porvenir, muy diferente de aquel que imaginó quince años atrás".

PD: La sección cultural de La Primera publica una entrevista al narrador Fernando Cueto (Chimbote, 1964), autor de las novelas Lancha varada (2005) y Llora corazón (2006).

PD2: Acaba de aparecer la edición número 12 del boletín del Ministerio de Relaciones Exteriores Chasqui. El correo del Perú, con un breve dossier de dos páginas sobre Blanca Varela. En una de ellas se republica el Elogio que le dedicara Mario Vargas Llosa. En la otra (que pueden ver aquí), se incluyen dos de sus poemas, un fragmento del prólogo de Octavio Paz a Ese puerto existe y un fragmento de un texto de 1979 de José Miguel Oviedo.


En la foto: Augusto Higa formó parte del grupo Narración. Su anterior obra se tituló Japón no da dos oportunidades (1994).