zonadenoticias

miércoles, noviembre 28, 2007

Convergencia y evasión. Literatura actual del Perú


Por Rita Gnutzmann*

Los nueve ensayos que siguen, se ocupan de diferentes autores y aspectos de sus obras publicadas en los últimos cinco lustros. En su estudio, Luis Nieto [Degregori] nos ofrece una excelente introducción a la situación socio-política de los años ochenta, pero, además, muestra cómo, desde entonces, los escritores aspiran a una fusión de culturas y tradiciones, antes separadas (una dominante, la criolla y la otra, "chola" o andina, en situación subalterna). Sigue a José María Arguedas en su sueño de reconocimiento de la "heterogeneidad" (Cornejo Polar) o "pluralidad" de la sociedad peruana que debería llevar a la co-existencia social, étnica y cultural e incluir las expresiones artísticas más diversas "en igualdad de condiciones, sin el dominio de unas sobre otras".
La parte dedicada a las obras en prosa está encabezada por el estudio panorámico del escritor Mario Suárez; resume las diferentes formas de enfocar (o camuflar) el tema de la violencia por parte de los escritores, por ejemplo, el recurso a la novela histórica que recrea determinados momentos de enfrentamiento en la sociedad peruana desde la conquista. Otros autores que prefieren la acción en el presente plantean el tema a través de la mitología (Óscar Colchado), las memorias personales, la reflexión histórica o la perspectiva de la juventud urbana marginada (la novela JUM). Otros, finalmente optan por evadirse a lo fantástico o a países imaginarios.
A continuación, Rita Gnutzmann analiza diversos cuentos y novelas sobre la violencia enfocados desde las tres principales facciones: los senderistas, los militares y los ronderos, para destacar dos novelas de Vargas Llosa y Huamán Cabrera. También examina muestras de la corrupción política y su concomitante violencia en textos de J[orge] E[duardo] Benavides y A[lonso] Cueto, así como el recurso al humor en autores como F[ernando] Iwasaki y Rivera Saavedra. M[aría] Ángeles Vázquez, a su vez, ofrece un estudio de la novela histórica. Recorre textos que recrean la conquista y episodios de la colonia con la intención de arrojar nueva luz sobre acontecimientos de la historia peruana reciente. Estudia con más detalle las novelas de J[osé] A[ntonio] Bravo, Suárez Simich, S[andro] Bossio y Rosas Paravicino. El último trabajo sobre prosa, de Adriana Churampi, trata un tema aparentemente jocoso y superficial; sin embargo, la crítica muestra hábilmente que el "brichero" es resultado de la pobreza y del repentino éxito turístico para relacionar su figura con la problemática identitaria y el enfrentamiento entre tradición y modernidad.
El poeta y profesor, José Antonio Mazzotti da comienzo a la parte dedicada a la poesía. Como Luis Nieto, insiste en la relegación de la literatura (poesía) en quechua, pero se centra en mostrar los nuevos aportes de los poetas de la "familia del 68" (con un estilo narrativo-conversacional) y de los del "82" (año de fundación de Kloaka), jóvenes desencantados y anarquistas de estilo más nítido y lírico, a veces con rupturas morfosintácticas para denunciar la violencia y degradación moral. Hace hincapié, además, en las nuevas voces de las mujeres, de cuyo valor encontramos un ejemplo en el estudio de Luis Fernando Chueca. Este crítico analiza minuciosamente el último libro de poemas de Victoria Guerrero, Ya nadie incendia el mundo (2005) que combina sutilmente la biografía personal con la exploración de la sociedad peruana de los años 80, ambas "sietemesinas" y "cadáveres descompuestos". Alberto Valdivia, por su parte, estudia tres poetas de obras "palimpsésticas", Jorge Eslava, Óscar Limache y Renato Sandoval, que reformulan materiales poéticos ya existentes para resemantizarlos. Por último, José Morales Saravia, elige otra tríada de poetas, Mirko Lauer, Carlos López Degregori y Mario Montalbetti, por la relación de su poesía con la imagen. Aplica la teoría del comunicólogo brasileño Flusser de la sustitución de la oralidad por el mundo de las imágenes técnicas a sus últimos libros de poemas para estudiar la creatividad a base de la mirada y la interacción con esas imágenes técnicas.
Como siempre ocurre en estudios de extensión limitada como el presente, son inevitables las ausencias. Obviamente no hay ningún trabajo dedicado a la literatura en quechua (o aymara). Algunos lectores podrían echar de menos referencias a las más recientes publicaciones de los dos "grandes", Vargas Llosa y Bryce Echenique o al exitoso Jaime Bayly, pero aquí se ha querido dar cabida a propuestas más recientes y/o menos conocidas. Desafortunadamente sólo hay una aportación (L. F. Chueca) sobre la escritura femenina, igual de rica en lo que a la prosa se refiere con nombres como Laura Riesco, Teresa Ruiz Rosas, Leyla Bartet, Patricia de Souza, Grecia Cáceres, la también poeta Carmen Ollé, Carla Sagástegui, el testimonio de Maruja Martínez..., aparte de la mencionada Pilar Dughi; en este caso la razón ha sido el lamentable incumplimiento de la especialista encargada. Aun así, espero que este volumen pueda dar una idea de la diversidad y la nada desdeñable riqueza de la última literatura peruana, casi desconocida en España, excepto por algunos autores que han podido penetrar en el mercado del libro español.

Vitoria, enero de 2007


* Fragmento de su presentación al dossier "Convergencia y evasión. Literatura actual del Perú" publicado en la revista La Página 67-68, 2007.