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miércoles, mayo 30, 2007

Breves

40 AÑOS DE CIEN AÑOS DE SOLEDAD (II). Hoy la sección cultural de La República publica la segunda parte del artículo de José Miguel Oviedo por los cuarenta años de Cien años de soledad, que se cumplen el día de hoy. Incluyo el siguiente fragmento, en el que Oviedo enumera "tres grandes síntesis" que demuestran el "significado permanente" de la obra: "Cuarenta años después de su aparición, la obra crítica sobre esta novela y su autor configura una enorme biblioteca donde el lector puede hallar todos los enfoques, perspectivas, metodologías y análisis que puedan imaginarse, pues van de lo más riguroso a lo más insólito, y a veces disparatado. Incluso, en años recientes, ha sido objeto de ciertas posiciones de negación o ironía más o menos veladas. Aparte de que esto es normal en todo proceso literario, en el que, después de un tiempo, los maestros resultan incómodos y sufren los embates de las nuevas generaciones que los leen de otro modo y tienden a desplazarlos, en el caso de Cien años... hay un factor adicional que debe tenerse en cuenta: la asimilación de la novela a la fórmula –que devendría canónica– del llamado 'realismo mágico'. Puede decirse que el autor ha sufrido las consecuencias de haber resultado, para muchos, el padre de este modelo estético que, en verdad, es bastante anterior a él, pero que sólo alcanzó difusión popular en la literatura y la subliteratura hispanoamericanas después de su obra cumbre. Sin ánimo de entrar en esa polémica y sin querer agregar nada particularmente novedoso a lo que ya sabemos sobre el libro, quiero señalar aquí lo que, en mi opinión personal, Cien años... representó y sigue representando aún hoy; es decir su significado permanente como obra literaria. La novela realiza de modo magistral tres grandes síntesis: la del universo ficticio del narrador; la de la historia política colombiana y, por extensión, latinoamericana; y la del lenguaje literario clásico y contemporáneo. Cien años... no es, por cierto, la primera obra que el novelista escribió, pero sí es indudablemente el centro al que quería llegar desde el principio, lo que explica todos los demás relatos suyos y a los que da un sentido definitivo. Todo lleva a Cien años... y todo regresa a Cien años... . En segundo lugar, siendo esenciales sus elementos míticos, fantasiosos y prodigiosos, la obra sienta sus bases sobre una visión histórica muy profunda que muestra en forma admirable nuestra conducta colectiva como pueblos a través de los siglos. Esto tiene que ver con el particular peso del pasado que lastra nuestra evolución histórica en los tiempos modernos y que crea un efecto recurrente y casi arcaizante, que otorga al relato un tono característico: el de una historia que se repite sin cesar a través de ciclos. Por último, uno de los aspectos más celebrados del libro es el de ser a la vez una narración de sutil complejidad y de insuperable transparencia, de tener sentidos recónditos y secretos y de ser natural, de provocar las más sofisticadas interpretaciones post-estructuralistas y el placer instantáneo del lector más inocente. No deja de ser deslumbrante, además, la habilidad del escritor para envolver en su historia otras historias y jugar con los repliegues del tiempo narrativo, generando así una serie de ondas y rizos que van y vuelven, lo que le otorga un movimiento circulatorio semejante al del mar. En ese movimiento incorpora todo, incluyendo modelos literarios que parecen muy alejados de su temple creador y de la naturaleza de la novela, tan ligada a la realidad colombiana; uno de los más significativos es el de Borges, cuya presencia se siente aquí detrás de los juegos de García Márquez con espejos, insomnios, presagios e infinitas reiteraciones".

POEMARIO DE DALMACIA RUIZ ROSAS. Letras.s5 publica el texto de presentación de Róger Santiváñez (leído por Willy Gómez el pasado viernes en el bar Yacana del Centro de Lima) a Conjunto de objetos encontrados -detestables sentimientos de jóvenes ingeniosos, tercer poemario de Dalmacia Ruiz Rosas. "A propósito de la perspectiva femenina de Ruíz Rosas Samohod, ella misma se encarga de contradecirla desde un punto de vista simplemente humano, por eso dice: no me interesa saber si soy hombre o mujer / no quiero definir / sólo voy a sentir e inmediatamente sigue la contradicción: porque nunca he sentido / Nada. Estamos pues ante una poesía que hace gala de la suma contradicción -famosa ley dialéctica de Mao Tse Tung- mediante la cual nos quedamos suspendidos de pronto en la más cruda realidad cotidiana: huyacocolorvencedorlátex -constatación del mundo a través de los elementos de la publicidad comercial que nos atosiga y en la que sin embargo podemos encontrar belleza peruana", escribe Santiváñez.

FONDO EDITORIAL UPC. En la página cultural de Correo Manuel Eráusquin publica una entrevista al escritor Gustavo Rodríguez, quien acaba de publicar un libro sobre el tenor Juan Diego Flórez. "El Fondo Editorial de la UPC, a través de Ursula Freundt, me propone hacer un libro sobre Juan Diego Flórez, tercero de una serie que se inició con Mario Vargas Llosa y continuó con Fernando de Szyszlo. Esa idea me agradó bastante. Yo había tenido noticias del primer libro, que fue escrito por Alonso Cueto, y el segundo por Mariela Balbi", comenta Rodríguez.

BRYCE. La página cultural de Perú 21 continúa rastreando nuevos plagios de Alfredo Bryce. "Dos meses después de que estallara el escándalo por la revelación de los numerosos plagios cometidos por el escritor Alfredo Bryce, Perú.21 encuentra uno más", se lee.

En la foto: José Miguel Oviedo, Gabo y Vargas Llosa, en Lima, en 1967. [Leyenda de La República]