zonadenoticias

sábado, marzo 31, 2007

Más secuela del ChilePoesía

La sección de cartas Trinos & Trones del suplemento Somos del diario El Comercio incluye la siguiente misiva de Bernardo Rafael Alvarez (quien se define como alguien de "pobre entendimiento"): "SOBRE LAS ODAS. Lima, marzo de 2007. Por fin se perpetró el encuentro de poetas peruanos y chilenos a bordo del monitor Huáscar. Ha sido, en nombre de la hermandad, bailar sobre cadáveres. Nuestro poeta Hinostroza dijo que 'La poesía mira al futuro y no al pasado, la poesía habla de paz y no de guerra, de llagas purulentas, la poesía es fuego, el pasado es ceniza'. Mi pobre entendimiento me dice que esto es lo más infeliz que pudo haber expresado el autor de Contranatura. La poesía es fuego, sí, pero el fuego hacedor mas no aquel capaz de incinerar nuestra memoria, nuestra honra. Este encuentro ha sido la reedición de la guerra, esta vez con poemas, y que también hemos perdido con estos 'soldados' y su gesta sin escrúpulos. Qué verguenza. BRA. DNI 25486055". Somos a su vez responde esto de aquí: "Corremos traslado a los poetas nacionales de este pedido de luchar la próxima vez hasta quemar la última cuarteta". Un sentir parecido es el que muestra hoy en Perú 21 Heduardo (las menciones de Rafael Alvarez a "nuestra memoria, nuestra honra" y su visión de que la lectura del Huáscar es una "reedición de la guerra, esta vez con poemas", o la alusión de Somos a la histórica frase del héroe Francisco Bolognesi) en su cuarta caricatura dedicada al tema. El concepto detrás de su ironía es que todo es política: no hay lugar autónomo para la poesía. Quizá valga recordar que "Imitación de Propercio", el poema que Rodolfo Hinostroza leyera a bordo del Huáscar, empieza con estos versos: "Oh César, oh demiurgo, / tú que vives inmerso en el Poder, deja / que yo viva inmerso en la palabra". Por otro lado, y respecto a este mismo tema, hoy la sección cultural de La República publica un "cruce epistolar por caso de ChilePoesía" entre Rocío Silva Santisteban y José María Memet, organizador del mencionado evento. Véase a su vez esta entrevista de Luigi Faura en La República al analista internacional chileno Esteban Silva Cuadra relacionada al patrimonio cultural peruano saqueado por Chile durante la Guerra del Pacífico. "[Las declaraciones de] Nivia Palma, directora de Biliotecas de Chile, [quien] ha dicho que existe voluntad política para devolver los libros saqueados al Perú durante la Guerra del Pacífico[,] es una buena noticia que hay que alentar para que se materialice y sea un aporte para las relaciones en el plano cultural entre nuestros pueblos", expresa Silva. Valga señalar que esta "buena noticia" se da en el contexto de la polémica surgida por la lectura de tres poetas peruanos hace exactamente una semana en el hoy por hoy trofeo de guerra monitor Huáscar.

En la foto: cuarta caricatura de Heduardo con relación al ChilePoesía.

Cueto / Bryce

CUETO. Con el título de "Cueto presenta su versión", la sección cultural del diario Correo publica hoy la "carta de Alonso Cueto, escritor y columnista de este diario [Perú 21], en respuesta a la acusación de plagio que se le hizo en el diario Correo", tal como señala Perú 21, que también publica la misiva bajo el título "Alonso Cueto aclara" (la misma no aparece en la edición web). Ver sobre el tema el apartado final de este post del día jueves. Tanto la nueva respuesta de Cueto (escrita esta vez "a mi regreso de Cartagena y estando en Lima por unas horas antes de partir otra vez de viaje") como la emitida por, supongo, el editor de la sección cultural de Correo Manuel Eráusquin (a quien Cueto dirige la carta), pueden apreciarse en el link respectivo. En suma, como mínimo se puede afirmar que en su artículo del diario Expreso del 2 de octubre de 1993 Alonso Cueto hizo una mala cita al no usar comillas y no especificar su fuente, "un reportaje del periodista Hugo Beccacece aparecido en la revista dominical del diario La Nación de Argentina, el 12 de setiembre del mismo año".
BRYCE. Hoy en Trinos & Trones, la sección de cartas del suplemento Somos del diario El Comercio, se publica la siguiente misiva respecto al denominado caso Bryce. La incluyo con la respectiva respuesta de, supongo, el editor de dicha revista. "CALCO MANíA. Lima, marzo de 2007. Deplorables los plagios en los que incurrió Alfredo Bryce Echenique, tan deplorables como las reacciones del escritor. En lugar de disculparse, ha ensayado una serie de incongruencias. Una lástima que no asuma sus responsabilidades. Un escritor no es un sabelotodo y debe reconocer sus limitaciones. Ahora habrá quienes lo piensen dos veces antes de copiar. Alvaro Sarco. DNI 09593172". Respuesta de Somos: "La incursión del referido novelista en el calco y la copia es tan deplorable como inexplicable. Vaya usted a saber qué necesidad tenía un escritor tan exitoso y aclamado de incinerarse de esa manera".

En la foto: Alonso Cueto. Las frases "cada uno de estos espacios se divide, a su vez, en otros cuatro" y "recorrido laberíntico", tomados del texto de Hugo Baccacece, aparecen en su artículo de Expreso antes de su mención a "la prensa argentina".

El Perú en la Bienal de Valencia

La corresponsal del diario El Comercio en Madrid Yolanda Vaccaro publica hoy en la sección cultural de dicho diario una nota a propósito de la muestra "'Lo impuro y lo contaminado. Pulsiones (neo) barrocas en la ruta de Micromuseo ('al fondo hay sitio')'[,] exposición que, bajo la curaduría de Gustavo Buntinx, representa al Perú en la Cuarta Bienal de Valencia, Encuentro entre Dos Mares, que se inauguró el 28 de marzo en esa ciudad española. 'Por extraño que parezca -señalan los organizadores- Lima, capital del Perú, no cuenta en su trazado urbano con un museo de arte moderno. Más extraño resultaría, no obstante, que entre ocho millones de habitantes nadie emprendiera un proyecto para dotar a la ciudad de un espacio de arte vanguardista. El paladín de esta causa cultural perdida se llama Gustavo Buntinx, creador del Micromuseo del Perú junto con su esposa Susana Torres, hace aproximadamente una década" [...] Se trata, en palabras de Buntinx, de una 'musealidad promiscua', en que las obras artísticas coexisten con productos masivos u objetos reciclados, además de notables ejemplos de la múltiple creatividad popular, según los organizadores". Por su parte, el suplemento Somos del diario El Comercio publica una nota de Ana Paola Durand sobre esta misma exposición, a la que califica como "una representación peruana muy ambiciosa y de gran embergadura".

En la foto: Funerales. Óleo sobre tela de Marcel Velaochaga. [Leyenda de El Comercio]

González Vigil sobre Cronwell Jara

Hoy en la sección cultural de El Comercio Ricardo González Vigil reseña "el primer poemario que publica como libro autónomo" Cronwell Jara: Manifiesto del ocio, publicado por editorial San Marcos. "MANIFIESTO POETICO. A favor del ocio, vocablo opuesto a 'negocio'. Es decir, propugna que la persona esté libre de las ocupaciones utilitarias, cumplidas por necesidad y no por deleite. Libre para consagrarse al 'ocio creador', las actividades creativas que posibilitan la plenitud espiritual. Con estilo irreverente, rico en metáforas, Cronwell Jara ha plasmado un logrado poemario que, [según afirma en el prólogo el reconocido poeta Hildebrando Pérez Grande], es 'un río incontenible de palabras plenas de sabiduría, de vanas certidumbres y de humor urticante: el arreglo de cuentas de alguien que desea empezar de nuevo la aventura humana, pero esta vez llamando pan al poema y al vino esperanza'".

En la foto: Cronwell Jara.

viernes, marzo 30, 2007

Sobre Rotación de Rubén Quiroz

Un giróvago chalaco-luso-hispano y la resemantización galileica

Por Gonzalo Portals*

Ciego, ególatra e insomne; acusado de sostener las doctrinas que la buena noche y los malos vinos le revelan cada cierto tiempo, Quiroz pulsa las jarcias muertas que soportan su propia Tierra a la deriva con una templanza digna de un trasgo, un monje o un espíritu afanoso. Obligado a retractarse cada vez que un libro suyo se antepone a sus designios, el autor no ha tenido que exorcizar a nadie para acometer esta aventura donde el descubrimiento de leyes nuevas que supone discurrir sobre la condición herética de escritos precedentes, marchan de la mano de traiciones, inquisiciones y blasfemias lanzadas por doquier. Inmóvil ante un sol intolerable, este galileo preclaro y proteico, objeto de todos los oprobios, ha vuelto a formular tratados con la disciplina inoportuna de la poesía. Su Rotación constituye una reunión de apagapenoles, drafaldetes y palanquines en la que los papeles azules convocan a los vientos y las palabras son los cabos para cargar los puños de las velas mayores del navío. La Tierra Magna de este rub(v)encejo soporta una rotación personal, desasosegada y esquizofrénica; sus husos son bocas, sus bocas huestes, sus huestes estanques, y sus clepsidras cadáveres de asombro puestos de cara al equinoccio. Lima, en sus ojos de matemático impuro, humea cuando su hijo bastardo, el texto como materia h(s)ervida, lanza a la hoguera un nuevo tratado de inmovilidad. Lima, la hecatombe-golfa, se solaza cuando una muchedumbre la aventaja en el desenvolvimiento progresivo de conmociones y de ultrajes.
Quiroz, navegante chalaco-luso-hispano, vigía de nidos empinados como sus búsquedas, otrora "bailaor" cadencioso al ritmo de "El Pirata", estructura esta aventura desde su condición de veedor de taumaturgias con la crispación sólita que supone saberse boga de una ciudad-espanto, sin eje, sin noche y sin nombre, bautizada por él mismo como el no-lugar, el lugar donde se requiere de renovaciones permanentes pues su pronta finitud hace rato que besa a sus hombres, hace rato que avisa del aspa ulterior.
Despiadadamente terco, con el mar-regazo-oráculo en reemplazo de los cerros-runas-apus, el jugador de esta empresa rotatoria, ahora circunnavegador de madrileñas tascas y perfidias, extrae de su talega lugares y fórmulas prescritos, situaciones y reveses objetados, compañeros y comparsas desahuciados, pues está claro que el navío, en su inmovilidad naumáquica, gira y se transforma, merodea y nos trastorna. Y él, como un sonámbulo conocedor de los mares y de los manes, ve. Persigue y hecha mano: con mano y/o manos señaladoras, manos que a fin de cuentas son él –o su concordancia peleada- pero que se engañan con su sombra de enajenaciones y grises fortuitos. Manos tercas, en buena cuenta, que lo ponen sin esfuerzo en una caja de luz. Precisamente para mirar. Luz o hipogeo trashumante. Caja de luz que muerde el azogue y la mugre de la ciudad, y se abre al mundo como un ojo descosido no plañidero. El cuerpo -¿todo cuerpo liberado de sus manos sigue siendo un cuerpo?- recomienza entonces su didáctica del disturbio, pero dicha incomodidad no perturba al encaj(on)ado. La luz recibe del azogue su arrogancia, en tanto que él, mediatizado por los lindes novedosos, se adiestra en la fisonomía del encierro. Y el encierro son nomenclaturas, palabras que encienden el habitáculo lúcido con formas que son también el mundo encajonado. Primero distiende su cabeza feroz de entre las murallas. Más tarde secciona la calle y sus dificultades. Como no podía ser de otra forma, se granjea otros espacios. Obsesionado, se alza movedizo, lúdico, epicéntrico. Su cabeza es el antecedente del sobresalto citadino, del oprobio de los márgenes. Juegos malabares de suntuosos materiales, pues la ciudad, muestrario de revelaciones, en su desnudez inveteradamente grotesca, está cada vez más quieta, giradoramente quieta. Entonces su viaje o vaivén es menester que comporte un ascenso espiritual hacia la sabiduría; una propensión cinética, pues al igual que los electrones y los protones que forman el átomo, el ser humano también gira naturalmente: sus átomos corporales giran, la sangre circulante en su cuerpo gira; todos vienen a la tierra y vuelven a ella, y, lógicamente, giran en y con el mundo. Pero es la inteligencia la que lo hace diferente y superior a los demás seres vivos. Entonces nuestro poeta, hacedor de resignificaciones y conocedor de los fundamentos del sema y los movimientos del universo, echa a girar su rito inspirador. Desde su hipogeo sin luz y sin fortuna, nido de quelonios invidentes, Quiroz hace las veces de derviche aullador. Inspirado por Mevlana Yalal al-din Rumi e influido por la cultura y las costumbres turcas, nuestro poeta-trasgo participa de manera intencional y consciente de la revolución compartida de los demás seres. Cual semazen atestiguador de la existencia y la majestad del Creador, Rubén y su poética quiropráctica –todo cuello, toda rótula, todo codo y, en fin, toda articulación, acude, pronta muesca, a un espíritu sacudidor- giran en armonía con todas las cosas de la naturaleza (con las pequeñas, como las células, y las portentosas, como pueden serlo (o verlo) las estrellas.
El observador estelar/telúrico de esta nueva Rotación (antes verde como córtex de un lagarto mediterráneo y veraniego, hoy membríllica y hialóidea), emparentado todavía más con Galileo en la medida en que este último dejó inconclusa su Teoría del Movimiento para que nuestro poeta la finiquitase vía sus Planetas, reconoce en la ceremonia del sema el viaje espiritual del ser humano, vale decir, una distinguida ascensión por medio de la inteligencia y el amor a la perfección. Durante los siete siglos que este ritual ha permanecido entre nosotros, hemos asistido (reconoce él) –acerbo de lectores vibrátiles, muy pocas veces rotatorios- a la unificación de los tres componentes fundamentales de la naturaleza humana: la mente (en el conocimiento y el pensamiento), el corazón (por medio de la expresión de sentimientos, de la música y la poesía), y el cuerpo (mediante el acto de girar, al activar la vida). Y girando hacia la verdad es como (se) ha pretendido y debe pretenderse trascender el ego, hallar la Verdad y llegar a la Perfección, porque solo una vez que (se) regresa del viaje espiritual, el semazen, que ha alcanzado de ese modo la madurez y la completud, está en condiciones de amar, servir a la creación y a todas las criaturas sin ningún tipo de distinción.
En alguna ocasión, quienes conocemos a Quiroz en buena parte de sus facetas endógenas, lo hemos visto salirse de los fueros de su condición de espíritu travieso o de niño vivo y enredador para, serenada su voluntad ígnea y turbadora de toda suerte de ideología motosa, ceñirse el sombrero de piel de camello o sikke, que representa la lápida del ego, además del tennure, la falda blanca y amplia que representa a su vez el sudario de ese mismo ego. Antes de quitarse el manto negro para renacer espiritualmente a la verdad, lo hemos visto, en orden correlativo y sofisticado de imágenes, mantener los brazos cruzados y semejarse así al número uno, para luego, tras un sol en tiempo e incendio, girar con los brazos abiertos: el derecho dirigido al cielo para recibir la beneficencia del Creador, y su mano izquierda, en la que reposa su mirada, orientada hacia la tierra. Y siempre, tanto ahí como en otras auspiciosas ocasiones, lo hemos visto reincidir en el movimiento último y supremo que supone girar de derecha a izquierda en torno al corazón, que es cuando el semazen Quiroz y todos quienes están en su camino se permiten abrazarse y abrazar amorosamente a la humanidad.

*Texto leído en la presentación de Rotación el 8 de marzo en la librería Comentarios del Centro de Lima.
En la foto: Percy Encinas, Gonzalo Portals y Rubén Quiroz.

jueves, marzo 29, 2007

Hinostroza / Pollarolo - Bryce / Cueto

HINOSTROZA Y EL HUÁSCAR. Como adelanté el lunes, hoy Rodolfo Hinostroza escribe un artículo en la sección cultural de Caretas a propósito de su lectura a bordo del monitor Huáscar. "Fue en el Distrito Federal de México, en octubre del 2005, durante un almuerzo en casa del poeta mexicano José Ángel Leiva, al que fuimos invitados Memet, su esposa y yo. Él es un poeta que goza del prestigio legendario de haber luchado fieramente contra la dictadura pinochetista, por lo que sufrió prisión, persecución, tortura, al igual que Raúl Zurita, devenido ícono de la resistencia civil contra la dictadura. Y Memet me contó que su sueño era realizar un recital nada menos que en el monitor Huáscar, fondeado en la bahía de Talcahuano, con poetas peruanos y chilenos. 'Vamos a exorcizar a los fantasmas de la guerra, que por ahí todavía flotan, entre tu país y el mío. ¡Vamos a mirar hacia el futuro, no al pasado! Y ahora que nuestros dos países están en democracia, ¡hay que realizarlo, antes que se pasen otros 20 años!' El poeta Memet me convenció. No podíamos avanzar hacia el futuro con unas relaciones marcadas por la suspicacia, la extrema susceptibilidad, las menudas miserias cotidianas, en una época de globalización, cuando el continente más guerrero del mundo dejaba en el pasado a sus millones de muertos, y se unificaba para crear la poderosa Unión Europea. Estábamos a contramano de la corriente de la historia, y juntos podíamos ser mucho más que dos", escribe el autor de Consejero del lobo.
POLLAROLO Y EL HUÁSCAR. Acabo de ver que el pasado sábado Giovanna Pollarolo en su columna de Perú 21 escribió sobre "Poetas en el Huáscar". "El que discutamos si los poetas peruanos hicieron bien o mal subiendo al Huáscar, si leyeron bien o mal, si estuvieron a la altura y le hicieron los honores al símbolo, etc., tal vez sea una discusión más creativa y liberadora que seguir insistiendo en los viejos resentimientos y afanes revanchistas", concluye. El artículo recoge opiniones de Hinostroza y Moromisato proporcionadas en esta Zona de noticias (sin mencionar la referencia que hace Pollarolo al artículo del ex congresita Breña Pantoja citado también aquí).
LA OTRA NOVELA. La edición de hoy de Caretas ofrece un adelanto de la nueva novela aún por publicar de Alfredo Bryce Las Obras Infames de Pancho Marambio, cuyo argumento es presentado por la revista del siguiente modo: "Bienvenido Salvador Buenaventura, maduro abogado limeño, llega a Barcelona con los saldos de un sueño y huyendo de un mal congénito y familiar, el alcoholismo. La traición de un supuesto amigo, Pancho Marambio, falso arquitecto y autor plagiaro, gatilla una crisis de pronóstico reservado. Contar más sería digno de Marambio. Es un Bryce más hondo y revelador que nunca, que vuelve con sus propias palabras en una historia que habla entre líneas. Estas parecen citar a Oscar Wilde: La naturaleza imita al arte". También, se publica un informe de Carlos Cabanillas respecto a "las reacciones extranjeras en torno al caso Bryce Echenique". Como concluye diciendo en su texto el redactor: "Aunque el bautizado 'caso Bryce' aún no ha llegado a su fin, ya se ha empezado una pesquisa análoga en las letras peruanas. Tanto en la blogósfera como en las redacciones limeñas, la obra de diversos autores está siendo sometida a escrutinio. Al cierre de esta edición, un caso afín que compromete a otro renombrado escritor estaría siendo cotejado". Tal parece que el mencionado "caso afín" tiene que ver con Alonso Cueto, como puede verse en el apartado siguiente.
¿PLAGIO O DESLIZ? DE CUETO. Los periodistas de la sección cultural del diario Correo Manuel Eráusquin y Carlos M. Sotomayor publican hoy un informe a página entera bajo el título "¿Plagio o desliz? Aparece artículo de Alonso Cueto que presenta similitudes con un reportaje del diario La Nación de Argentina". El informe es anunciado vía una llamada en la carátula del diario que dice: "¿La moda de León y Bryce? Sospechas fuertes de plagio de Alonso Cueto". Tal y como señalan Eráusquin y Sotomayor: "Se trata de un artículo firmado por Alonso Cueto publicado en el diario Expreso el 2 de octubre de 1993 y un reportaje del periodista Hugo Beccacece aparecido en la revista dominical del diario La Nación de Argentina, el 12 de setiembre del mismo año. Ambos abordan el romance del célebre escritor Jorge Luis Borges con María Kodama, tema que tuvo relación en aquel momento con una megaexposición llamada El universo de Borges, primero exhibida en París y posteriormente en Buenos Aires".
Tanto Cueto (actualmente en Cartagena por el IV Congreso Internacional de la Lengua) como Beccacecen ofrecen sus puntos de vista respecto al caso. "Por esto no me va a dar un síncope ni nada parecido. Sin embargo, soy de la idea de que [Cueto] debió haber citado la fuente”, comenta Beccacece. Cueto, por su parte, hace hincapié en las fechas 1ro de octubre / 2 de octubre para deslindar su autoría ("Yo entré a trabajar a El Comercio el 1 de octubre de 1993, lo sé porque desde entonces contabilicé mi período allí de octubre a octubre. Alguien lo puede ver en los archivos del diario. Entré a trabajar al magazine del Dominical bajo la modalidad de factura. No podía por lo tanto haber publicado nada en otro diario el 2 de octubre"), y ensaya esta explicación: "Es posible, entonces, que si el documento que tienes es cierto, haya quedado mi nombre en algún cuadro o marco de los diagramadores y haya entrado allí el artículo que a lo mejor encargué a alguien pero que no escribí". A lo mejor. A alguien.

En la foto: Con la bandera chilena flameante, Rodolfo Hinostroza en polémico recital a bordo del Monitor Huáscar. El ChilePoesía se celebró del 17 al 25 de marzo. [Leyenda de Caretas]

miércoles, marzo 28, 2007

Sobre Manicomio de Maurizio Medo

Por Luis Fernando Chueca*

En una de sus posibilidades de comprensión, la locura no es sino la evidencia de los márgenes y parámetros que una sociedad establece como normalidad. Una sociedad, por supuesto, caracterizada por el control y la vigilancia, como explicó Michel Foucault. Una sociedad que procura dejar fuera (o dejar dentro, encerrados) aquellos impulsos, fuerzas, chispazos que la subvierten o amenazan sus marcos de funcionamiento habitual. Para eso existen los manicomios que, muchas veces –como escribió Antonin Artaud en su "Carta a los directores de asilos de locos"– "lejos de ser 'asilos', son cárceles horrendas [...] donde la brutalidad es la norma". "El hospicio de alienados –continúa– bajo el amparo de la ciencia y de la justicia, es comparable a los cuarteles, a las cárceles, a los penales".
Que la brutalidad es la norma del encierro en este hospitalario recinto (hospitalario de hospital, por supuesto, pero valga el violento contraste con el otro significado) lo vemos también en esta tercera entrega (que modifica parcialmente y amplía las ediciones chilena y peruana del poemario) de Manicomio de Maurizio Medo, donde personajes como Gilda, Alicia, Carrol, el falso Ginsberg, Rimbaud, Vallejo, Dante, el mandril, Virgilio, Méndez, Francesca, Pound, Medo, entre muchos otros, van y vuelven, hablan y callan, gritan y son golpeados, vigilados y castigados, o gritan, golpean, vigilan y castigan. Manicomio, así, nos entrega un sin fin de personajes quebrados; retazos de individuos, más bien, envueltos entre los efectos del maltrato y de los múltiples antipsicóticos, hipnóticos y antidepresivos que se vuelven sucedáneos del paraíso perdido y perseguido. ("desfallezco sin verte danzante / en la luz sagrada de los cirios, / no sé cómo atisbar el paradiso", dicen unos versos de "Lamento de Dante", por ejemplo). La mayoría de los personajes –en este tramado desesperadamente intertextual– son héroes literarios que oscilan entre la lucidez y la alucinada nostalgia del absoluto. Anormales, quizás, otra vez según Foucault, que se pasean –buscando y fracasando, tanteando y recayendo– por las habitaciones y pasadizos de este rizomático manicomio. Tentando el infinito borde del paraíso y sumergiéndose en las siempre desgarradoras temporadas en infierno.
Medo ha puesto en el escenario, de este modo, un sinnúmero de voces habitualmente desoídas o silenciadas y nos enfrenta con los desmoronamientos de nuestra averiada posmodernidad –la general y la de nuestros países periféricos–, que nos ha escomoteado, casi hasta lo irreversible, toda posibilidad de creer, toda esperanza utópica, toda plenitud. Un espejo (una de las figuras emblemáticas en este libro) trizado, reflejo de la insalvable caída. Y, a lado, el deseo inacabable de "desencerrar".
Pero este Manicomio de Medo no es solo un reflejo de nuestra rota existencia colectiva replicada por el recinto en que cohabitan estos extraordinarios monstruos. Es, o puede ser, también, el laberinto interno de cada hombre o mujer –en "Teseo's ampay" el héroe logra por fin encontrar al minotauro "frente al espejo"–: la propia individualidad quebrada y repartida entre los cientos de fragmentos diversos que la componen. La imposibilidad de usar cabalmente el pronombre de primera persona, que resulta violentamente jaloneado por los innúmeros pobladores de ese antro interior. En este sentido, Manicomio representa una profundización in extremis de la hipótesis de El hábito elemental, libro anterior del poeta, en que el yo (porque había un yo que ejercía la palabra a pesar de todo) reconocía su diversidad diciendo "Soy mi diáspora, mi yo plural y límpido". Ahora ya no hay un sujeto que sujete al texto, sino un cúmulo de flujos de energía verbal, babélicamente amenazados por la disolución y la discontinuidad. No hay un yo, sino múltiples fragmentos de identidad; no hay una lengua única y uniforme, sino una invadida y dislocada por multiplicados fragmentos de varias otras, neologismos y averías. Y cuando aparecen las referencias al "autor", posiblemente identificable con el personaje "Medo" o "M.M." de algunos poemas, en realidad a lo que asistimos es a la conciencia o la sospecha de su propia muerte, como reconoce posiblemente Medo, el personaje, al observar una secuencia de imágenes sobre las que, a la pregunta "¿Qué ves?", a modo de test de Roschard, responde invariablemente "veo el cuerpo muerto del autor".
La muerte del autor, pues, se actualiza, en este Manicomio. La imposibilidad de que un Yo monolítico y seguro de sí exista, que tiene que ver, evidentemente, con la hondura intertextual de este libro y con el hecho de que modifique parcialmente sus formas en cada edición, nos presenta una tercera trama a qué atender: ¿cómo hacerle frente al oficio de la escritura en tiempos como estos?, ¿cómo la dispersión del hombre, su naturaleza escindida, puede ser representada o al menos aludida?, ¿son posibles todavía la armonía y la, para muchos, habitual belleza en la palabra, o quizá la única posibilidad es esta hirviente mezcolanza? De hecho no son preguntas nuevas, pero siguen siendo igualmente imprescindibles. A propósito, un poema, "El síndrome de Rimbaud", comienza diciendo "quise sentar a la belleza en mis rodillas" y luego ofrece la respuesta burlona de esta: "y con ese gramaje tan liviano / es que pretendes, de pronto, así, domesticarme?". Al final leemos la vallejiana respuesta, también intervenida: "ahora quiero escribir pero… / me sale espuma me sale espuma / por todos los orificios / deste cuerpo". Se trata la lucha desesperada por la palabra en un tiempo es que no es posible negar que todo texto es juego de intertextos y toda voz encierra otras mil voces. El Manicomio de Medo es su versión o su respuesta a este tiempo en que se repite que no es posible nada nuevo. Pero sí lo es un riesgo como el que permite decir, en "Di end", el poema final del libro, "todo seguía igual, / pero algo había cambiado".

Lima-Santiago, marzo del 2007


*Texto leído el 22 de marzo en el Centro Cultural de España de Santiago de Chile en el marco del ChilePoesía.
En la foto: carátula de Manicomio (Lima, editorial Zignos, diciembre 2006).

martes, marzo 27, 2007

Belli, Watanabe y Medo finalistas Premio Festival Lira

El jurado de la primera edición del certamen Poesía Hispanoamericana "Festival de la Lira", convocado por la Fundación Cultural Banco del Austro y la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay, instituciones de la ciudad de Cuenca (Ecuador), que galardonará al autor del mejor poemario escrito y publicado en idioma español durante el bienio comprendido entre el primero de enero de 2005 y el treinta y uno de diciembre de 2006, acaba de seleccionar los diez libros finalistas de un total de cuarenta poemarios admitidos al concurso provenientes de 11 países: Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, España, México, Perú, Uruguay y Venezuela. Entre los finalistas se encuentran tres poetas peruanos. Carlos Germán Belli con El alternado paso de los hados, José Watanabe con La piedra alada y Maurizio Medo con Manicomio (recientemente presentado en el ChilePoesía). El jurado está conformado por los poetas José Kozer, de Cuba, el peruano Américo Ferrari, el mexicano Jorge Aguilar Mora, la catalana Ana María Moix y el ecuatoriano Iván Carvajal. El premio es único y consiste en treinta mil dólares, una Lira de Oro y diploma. El poemario ganador se dará a conocer el jueves 10 de mayo. Cabe señalar que de los diez poemarios finalistas, siete han sido publicados en España, uno en Cuba, uno en Ecuador y uno (el de Medo) en Lima, Perú. Ojalá alguno de los poetas finalistas peruanos obtenga el galardón.

En la foto: José Kozer.

Breves

De regreso en Lima, algunas notas. Ernesto Carlín Gereda entrevista en la sección cultural de El Peruano a José María Memet, organizador del Festival Chile Poesía. "Estoy de acuerdo en que el tema del Huáscar es complicado", afirma. Hoy en la sección cultural de Correo Manuel Eráusquin escribe sobre "La dimensión desconocida de Bryce". Varios diarios (como El Mercurio de hoy) han difundido la encuesta de la revista colombiana Semana sobre "Las top 100 de la narrativa en español de los últimos 25 años". El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez aparece en el primer lugar, seguida por La fiesta del Chivo de Mario Vargas Llosa y Los detectives salvajes de Roberto Bolaño. Salón de belleza de Mario Bellatin aparece en el puesto 19. No me esperen en abril de Alfredo Bryce aparece en el puesto 64. Con relación a Bolaño, véase el artículo de Daniel Zalewski de la edición de marzo de The New Yorker titulado "Vagabonds. Roberto Bolaño and his fractured masterpiece". Respecto a Gabo, la sección cultural del diario La República publica el discurso íntegro que el Nobel colombiano ofreciera en el homenaje en Cartagena de Indias en el Cuarto Congreso Internacional de la Lengua Española. "Ni en el más delirante de mis sueños en los días en que escribía Cien años de soledad llegué a imaginar en asistir a este acto para sustentar la edición de un millón de ejemplares. Pensar que un millón de personas pudieran leer algo escrito en la soledad de mi cuarto con 28 letras del alfabeto y dos dedos como todo arsenal parecería a todas luces una locura", empieza diciendo García Márquez. Finalmente, véase el artículo de hoy de Martín Tanaka en Perú 21 titulado "Los noventa años de la PUCP y mi generación". "Recuerdo a muchas personas con las que coincidimos en las aulas, patios, cafeterías y bibliotecas", escribe Tanaka. Entre esas personas menciona a los poetas Jorge Frisancho, Grecia Cáceres y la genio Montserrat Álvarez.

En la foto: Gabo leyendo su discurso.

lunes, marzo 26, 2007

Carta abierta a la opinión pública

Mediante este comunicado, nosotros, poetas, intelectuales y músicos chilenos y peruanos, instamos al Gobierno de Chile y a sus autoridades judiciales hacer procedente el pedido de extradición del prófugo ex−presidente peruano Alberto Fujimori, detenido en este país desde fines de 2005 y actualmente en libertad condicional.
Es necesario que este individuo responda ante la justicia peruana por las acusaciones que lo implican con crímenes de lesa humanidad y corrupción durante el gobierno dictatorial que encabezó de 1992 a 2000.

Domingo 25 de marzo 2007
Plaza de Armas, Santiago de Chile
Última fecha del recital de Chile-Poesía

Atentamente,

Rodolfo Hinostroza
Emilio Tarazona
Luis Fernando Chueca
Willy Gómez Migliaro
Cecilia Podestá
Raúl Mendizábal
Montserrat Álvarez
Pablo Paredes
Paolo de Lima
Víctor Saez
Domingo de Ramos
Elizabeth Neira
Miguel Ildefonso
Víctor Hugo Díaz
Roxana Crisólogo
Carmén Ollé
Andrea Cabel García
Jorge Frisancho
Raúl Zurita
Maurizio Medo
Guido Arroyo
Gabriel Zanetti Reyes
Rosella Di Paolo
Víctor Manuel Flores
José María Memet
José Carlos Yrigoyen
Héctor Hernández Montesinos
Pablo Ramírez
Víctor Manuel Flores
Arturo Corcuera

Notas alrededor del ChilePoesía

Hoy es el último día de este viaje a Santiago por el ChilePoesía. Desde las primeras horas de la mañana los poetas peruanos han sido llevados a tomar sus vuelos respectivos al aereopuerto. El Mercurio de hoy da cuenta a través de una breve nota de la simpática clausura del ChilePoesía ayer en la Plaza de Armas de Santiago. Ayer en Domingo de La República se publicó una carta de Rodolfo Ybarra respecto a "la decisión de Rocío Silva Santisteban de no leer sus poemas en el monitor Huáscar". El suplemento responde diciendo que "estrechar lazos con intelectuales chilenos es plausible, pero esta revista cree que los organizadores no tomaron en cuenta que el lugar no era el apropiado. No nos anima por cierto ningún espíritu antichileno o patriotero". Hoy en Perú 21 (véase esta nota), y como puede apreciarse en este post, "el no-tan-agudo Heduardo" (Rocío Silva Santisteban dixit) continúa dedicando sus caricaturas al recital de poesía en el Huáscar. Respecto a los pormenores de dicha lectura, tengo entendido que Rodolfo Hinostroza publicará un artículo en Caretas. Hoy la sección cultural de El Comercio informa sobre la misma vía su corresponsal Moisés Ávila Roldán. Finalmente, hoy Las últimas noticias publica una nota con el siguiente título: "Escultural DJ peruana Mayza Lozano: 'Feliz pincharía discos en el Huáscar'". Por mi parte, tomaré el resto del día para visitar el Centro Cultural Estación Mapocho (donde se llevará a cabo del 25 al 27 de abril el Cuarto Congreso Internacional de Peruanistas en el Extranjero) y pasar por la librería Metales pesados.

En la foto: tercera caricatura de Heduardo respecto al recital en el Huáscar.

domingo, marzo 25, 2007

La lectura en el Huáscar

Los periódicos Correo, Perú 21 y El Peruano dan cuenta hoy del recital de poesía celebrado ayer en el monitor Huáscar, y en la que participaron los poetas chilenos Raúl Zurita, José María Memet y Alexis Figueroa, y los poetas peruanos Rodolfo Hinostroza, Miguel Ángel Zapata y Doris Moromisato, así como el grupo de música criolla Lima de antaño. Las últimas noticias publica una detenida crónica sobre el evento. La Tercera en la sección de Espectáculos publica la nota "Sobre el Huáscar poetas chilenos y peruanos recitaron por la integración": "El momento clave del encuentro se vivió cuando Raúl Zurita y Rodolfo Hinostroza subieron hasta la cubierta del acorazado, donde recitaron parte de poemas como Imitación de Propercio y Poema Pastoral", se lee. Ayer la edición online de El Mercurio informó sobre el hecho a través de Maureen Lennon Zaninovic, enviada especial a Talcahuano. Y hoy este mismo diario, en su Revista de Libros, publica una nota en la que señala entre otras cosas lo siguiente: "En su viñeta del diario Perú 21, el dibujante Heduardo atacó a los autores invitados. Una de las personas mencionadas, la poeta Rocío Silva Santisteban, acusó los efectos de la 'presión ambiental' y se excusó de participar en el encuentro, argumentando que ella no había sido informada de que iba a leer en un espacio con tanta carga histórica como el Huáscar. La reacción de Heduardo no se hizo esperar y felicitó a Silva Santisteban en un nuevo dibujo. Molestos con el episodio, los organizadores de ChilePoesía manifestaron su intención de enviar una carta de protesta al diario peruano, para demostrar que la poeta siempre estuvo al tanto del lugar donde se realizaría el recital poético". A continuación, les transmito en exclusiva las Palabras leídas por Rodolfo Hinostroza a bordo del Huáscar. Cabe anotar que Hinostroza y Zurita "fueron los únicos que leyeron sus poemas en el navío de la Guerra del Pacífico. El resto lo hizo en el muelle", como señala hoy El Mercurio. Van las palabras de Hinostroza:

Venimos a rendir homenaje a nuestros héroes muertos en el monitor Huáscar a mando del almirante Miguel Grau, quien es también un héroe para el pueblo chileno. Es justo pues que simultáneamente rindamos homenaje al almirante Arturo Prat, héroe del pueblo chileno muerto en aquella lejana contienda. Pero la poesía habla de paz, y no de guerra.
La poesía es la patria común de chilenos y peruanos, que a lo largo del siglo XX hemos creado la mejor poesía de Sudamérica: Pablo Neruda y César Vallejo son sus mejores exponentes a uno y otro lado de la frontera, y a ellos dedico mi lectura. Porque la poesía no es frontera, es puente. Porque la poesía mira al futuro y no al pasado. Se ha dicho que olvidar el pasado es recordarlo sin pena, es recordar secas cicatrices y no llagas purulentas. La poesía es fuego, el pasado es ceniza.

En la foto: Hinostroza y Zurita en abrazo histórico en el Huáscar. Según anota El Mercurio en una leyenda de foto, "en su mayoría, el público estuvo conformado por miembros de la Armada chilena, quienes siguieron la lectura de manera atenta".

sábado, marzo 24, 2007

Lo impuro y lo contaminado

Incluyo la siguiente nota de prensa a propósito de la exposición Lo impuro y lo contaminado. Pulsiones (neo)barrocas en las rutas de Micromuseo ("al fondo hay sitio").

Con la presencia destacada de Micromuseo ("al fondo hay sitio") y otras producciones peruanas, este miércoles 28 de marzo se inaugura en España una compleja mega-exposición trasnacional. Una muestra de gran envergadura que, bajo el sugestivo nombre de Encuentro entre dos Mares, marca el inicio de la nueva asociación entre las bienales de Valencia y de Sao Paulo.
El evento ocupa cinco impresionantes sedes, distribuidas entre la primera de esas ciudades y el vecino puerto de Sagunto. En ambos espacios urbanos Micromuseo exhibe, bajo la curaduría de Gustavo Buntinx, varias de las líneas de reflexión y coleccionismo que han configurado a esta singular propuesta museológica como un soporte alternativo para la preservación, investigación y promoción del arte crítico peruano, así como de otras manifestaciones relacionadas.
A ese compromiso responde su inclusión como uno de los dos proyectos especiales –el otro es el del Museo del Barro, de Paraguay– que definen los extremos de la sección Otras contemporaneidades: Convivencias problemáticas, curada por Ticio Escobar y Kevin Power para el Encuentro entre dos Mares. El envío de Micromuseo es el más amplio en ese conjunto que abarca también y por separado la obra de cuatro decenas de artistas adicionales, incluyendo a los peruanos Juan Enrique Bedoya y Fernando Bryce (Armando Andrade forma parte de una sección distinta, Luz en el sur).
Extremando sus políticas de circulación y alternancia, para esta ruta nueva Micromuseo ha reclutado los apoyos de un equipo que incluye al museógrafo Juan Carlos Burga, el periodista Daniel Contreras, la diseñadora Sophía Durand y la productora logística Martha Zegarra. El resultado configura una de las más nutridas y complejas exposiciones de nuestra plástica contemporánea en el extranjero. Bajo el título principal de Lo impuro y lo contaminado, medio centenar de piezas, realizadas por una treintena de artífices, articulan una secuencia provocadora en la que obras propiamente artísticas se ven friccionadas por otros artefactos representativos de nuestra cultura material más urgida y densa. Imágenes peculiares de exacerbada devoción popular, por ejemplo. O instrumentos y documentos vinculados a nuestras violencias recientes, entre los que sobresalen ciertas artesanías bélicas y la escopeta "hechiza" de un poblador ayacuchano muerto por Sendero Luminoso debido a su participación en las rondas campesinas.
A partir de estas y otras evidencias, Micromuseo ensaya un recorrido por la sensibilidad (neo)barroca que gradualmente emerge de entre los estragos de la guerra, para ir con el tiempo esbozando un nuevo horizonte de renovaciones artísticas –acaso comparable en los últimos años al impacto anterior provocado por la irrupción del pop "achorado" hacia 1980.
Una sensibilidad, también una sensorialidad nueva. No una sino varias pulsiones que se desperdigan y fragmentan en torno a dos ejes fundamentales, explorados a lo largo de los varios ambientes ocupados por la exposición.
Por un lado, las relaciones y tensiones entre Christian Bendayán y Lu.Cu.Ma., dos plásticos vinculados a Iquitos y a cierta (post)modernidad popular que suele expresarse desde las estridencias de lo tecno-tropical-andino.
Al otro extremo, la propuesta de los varios artífices (Alex Ángeles, Carlos Lamas, Alfredo Márquez, Ángel Valdez, Marcel Velaochaga) que se agrupan y reagrupan bajo el nombre del proyecto A Imagen y Semejanza, donde los referentes suelen ser eruditos y pueden remontarse hasta los ideólogos de la Evangelización y de la Contrarreforma.
Sublimaciones pasadas y vulgaridades presentes se entrecruzan y fecundan en la actualidad de un país donde toda distancia colapsa. Y en una exhibición que además ofrece los registros distintos, pero pertinentemente planteados, de obras decisivas de Patricia Bueno, Jaime Higa, Inkari (Fredy Ortega), Manuel Moncloa, Cecilia Noriega-Bozovich, Antonio Pareja, Carmen Reátegui, Jesús Ruiz Durand, Carlos Runcie Tanaka, Javier Silva, Elena Tejada, Eduardo Tokeshi, Mariela Zevallos (E.P.S. Huayco)...
Todo ello articulado por un estricto guión museográfico y un elaborado escrito curatorial. Este último da cuerpo a un catálogo de setenta páginas y casi cien imágenes, constantemente tensionadas por el correlato textual que, además de ofrecer una primera aproximación histórica al (neo)barroco peruano, se ofrece cargado de ideas provocadoras. Las relaciones entre la violencia y lo sagrado, por ejemplo. Entre la religión y el cuerpo, entre la sexualidad y la experiencia mística. O entre nuestro gran vacío museal (la ausencia en Lima de un museo de arte específicamente contemporáneo, o siquiera "moderno") y las museotopías que se construyen sobre ese hueco.
Como el propio Micromuseo y sus propuestas de fricción creativa entre la pequeña-burguesía-ilustrada y lo popular-emergente. Estrategias friccionarias que ponen en escena crítica el carácter discontinuo de la historia y de la cultura y de la política en un país hecho de fracturas –pero también de incesantes intercambios de fluidos. A esa libido en medio del caos responde esta propuesta de una praxis museal que yuxtaponga los fragmentos dispersos de nuestras muchas expresiones, recíprocamente iluminadas por sus diferencias tanto como por sus articulaciones.
Una musealidad promiscua, donde las obras llamadas artísticas coexisten con productos masivos u objetos reciclados, además de notables ejemplos de la múltiple creatividad popular. Una musealidad mestiza donde las palabras "artista" y "artesano" se irán reemplazando por la de "artífice" –como en esta nota de prensa– procurando de ese modo significar la crisis de esas y otras distinciones en una sociedad crecientemente hecha de lo impuro y lo contaminado. El principio aquí operativo es no reprimir sino productivizar las diferencias.
La belleza nueva que de todo ello saldrá.

En la foto: Caja negra, impresionante obra de Alfredo Márquez y Ángel Valdez.

viernes, marzo 23, 2007

Poesía en Angol

El día de hoy los cinco poetas peruanos mencionados en el post de ayer nos trasladamos desde Temuco hacia Angol, pequeña ciudad ubicada a hora y media de distancia. Angol tiene una antiguedad de 450 años aproximadamente. Fue el lugar de nacimiento del gran poeta chileno-peruano Pedro de Oña, se calcula que el año 1570. Oña es el autor del célebre poema El Arauco Domado, que es la primera respuesta americana a La Araucana de Alonso de Ercilla, y en el cual se inspirarían numerosos poetas y dramaturgos españoles, como el mismísimo Lope de Vega, quien escribió su pieza El Arauco Domado, más en simpatía con Oña que con Ercilla. Oña representa uno de los primeros y más interesantes frutos de las letras criollas a fines del siglo XVI.
En la Universidad de la Frontera, en cuyo amplio auditorio se llevó a cabo la lectura, nos esperaban docenas de estudiantes de liceo acompañados de sus respectivos profesores; también algunas personas pertenecientes a revistas y grupos literarios (como Erato). Una agradable sorpresa fue conocer al profesor y estudioso Wellington Rojas Valdebenito, de quien semanalmente se lee una columna de crítica literaria en quince diarios del país. Rojas Valdebenito ha publicado textos sobre diferentes escritores peruanos (Vallejo, Arguedas, Alegría, Vargas Llosa, Ribeyro, Scorza, Bryce, Iwasaki). Nos comentó que recientemente había adquirido Guerra a la luz de las velas de Daniel Alarcón. Quiere llegar a tener cien textos para publicarlos en forma de libro. Rojas Valdebenito fue quien moderó nuestra mesa de lectura. Al igual que ayer, el joven público presente se mostró receptivo y acogedor. Esta noche regresaremos a Santiago, ciudad a la que arribaremos con las primeras luces del día sábado.

En la foto: Pedro de Oña.

jueves, marzo 22, 2007

Desde Temuco

El día de hoy, a primera hora de la mañana, Montserrat Álvarez, Roxana Crisólogo, Jorge Frisancho, Raúl Mendizábal y yo llegamos a la ciudad de Temuco, celebrada por Neruda y detestada por Gabriela Mistral, quien según el doctor Hugo Carrasco, decano de Humanidades de la Universidad de la Frontera, cerraba la ventanilla de su vehículo para no tener que soportar la ofensiva contemplación de un paisaje lleno de lo que para ella eran negros recuerdos. Ciudad pues bendita y maldita para la poesía de este país que nos acoge. El recibimiento no pudo ser más halagüeño y generoso. Hemos ofrecido dos entrevistas radiales y una para la televisión local. Poemas como "El vampiro" de Mendizábal, "Me separo de mi hija sin mala conciencia..." de Crisólogo o "Insolidaridad" de Álvarez fueron leídos. En el Auditorio Selva Saavedra de la Universidad de la Frontera nos esperaba un nutrido público, conformado en su inmensa mayoría por jóvenes escolares y universitarios, así como profesores e interesados en general. Estuvo repleto. Fue muy receptivo. Presentados por el poeta mapuche Elicura Chihuailaf (quien leyó poemas de Odi Gonzáles y Carlos Huamán), iniciamos con una lectura poética de diez minutos cada uno, seguida de una extensa sesión de preguntas. Las mismas giraron en torno al oficio poético, el hecho de vivir fuera del país natal, en el caso de tres de nosotros, la tradición literaria, la autocrítica como parte consustancial al oficio, entre otras. Un joven perteneciente a un grupo literario local abordó el tema de las relaciones conflictivas entre Perú y Chile y el papel que desempeñábamos los poetas peruanos con relación a este inquietante punto. Jorge Frisancho expuso brevemente una perspectiva que enfatizaba el carácter artificial de las divisiones entre los pueblos chileno y peruano, así como entre sus tradiciones literarias. Esto fue recibido con gran entusiasmo por los presentes. Por su parte, Montserrat Álvarez subrayó el hecho de que ni como persona ni como creadora se sentía concernida por estos intereses de índole estatal. Roxana Crisólogo intervino con la siguiente frase: "Esto para mí es pleito de cachacos". El público aplaudió. Al final del acto se mostró cálido y acogedor. En suma, fue una lectura que, coincidimos los cinco, quedará en nuestra memoria. Mañana, nuevamente a primera hora, partiremos hacia Angol, pequeña ciudad al norte de Temuco.
PD: Véase el artículo "El Huáscar y Chile-poesía" del escritor y académico chileno Javier Campos publicado en El Mostrador.

En la foto: Temuco.

miércoles, marzo 21, 2007

Breve desde Santiago

"La vez pasada vi a Doris [Moromisato] y le dije: ¿Tú vas a leer [en el Huáscar]? Me dijo que sí. Y tiene sus razones, porque ella afirma que la Guerra del Pacífico le parece una guerra patriarcal. Eso me dijo más o menos. Yo respeto sus razones, que respeten las mías", expresa Rocío Silva Santisteban en la extensa y puntual entrevista que le realiza hoy Pedro Escribano en la página cultural de La República. Ernesto Carlín Gereda en la sección cultural de El Peruano publica a su vez el artículo "Polémica por el Huáscar".
En la siguiente oportunidad que pueda regresar al Internet les contaré sobre las actividades del ChilePoesía. Por lo pronto, esta mañana varios de los poetas han aprovechado el día para viajar a Valparaíso, bella ciudad costera a dos horas de Santiago. Y esta noche (luego de las lecturas, entre ellas la presentación de la antología No nos hemos perdido de Raúl Zurita), un grupo viajaremos a Temuco, ciudad muy asociada a Pablo Neruda, y en la que el día de mañana leeremos nuestros poemas.

En la foto: nueva caricatura de Heduardo.

martes, marzo 20, 2007

Foto-leyenda

Poetas Cecilia Podestá, Willy Gómez, Luis Fernando Chueca, Domingo de Ramos, Miguel Ángel Zapata y Andrea Cabel hoy al final del almuerzo en el Hotel Parlamento.
Por oto lado, Arturo Corcuera, a quien la revista de la fundación Pablo Neruda le acaba de dedicar ocho páginas con poemas, fotografías y entrevista, en un intermedio de las lecturas del ChilePoesía me comenta lo siguiente: "Siempre es muy grato estar en Santiago. Tengo muchos amigos desde el año 1964 que me invitó Gonzalo Rojas a Concepción. He venido varias veces y mi directorio de poetas amigos se ha enriquecido en los últimos años. La poesía chilena y la poesía peruana son de las mejores en el continente de América Latina. El ambiente que se vive en el evento es de fraternidad y de alegría. Estos encuentros son muy fecundos porque nos permite conocernos más, intercambiar direcciones y libros y confiar en un futuro de paz y solidaridad entre pueblos hermanos. Si los políticos leyeran poesía serían mejores".

domingo, marzo 18, 2007

Desde el ChilePoesía

"Nadie entiende nada. Ese fue el ambiente que invadió ayer a la partida de ChilePoesía. Tal como lo había anunciado José María Memet, organizador del evento, un recital en Independencia (la comuna con mayor cantidad de peruanos residentes en el país) sería escenario del vamos oficial de esta gran cita lírica y que tiene a Perú como país invitado de honor. La papelería y los afiches promocionales daban por confirmada la actividad, pero a último minuto, y en un clima de confusión, se suspendió: 'Hoy (ayer) traté de comunicarme toda la tarde con Francisco Romero (director de planificación de la comuna de Independencia); pero no me contestó el teléfono. No entiendo qué pasó, porque se supone que estaba todo listo y a último momento desapareció del mapa. La autocrítica puede partir por haber confiando en personas que no cumplen, y con ello me refiero a las municipalidades de Valparaíso (también se suspendió la lectura programada para hoy) e Independencia, que se supone la forman personas idóneas. No me responden los teléfonos, no sé qué pasa. En todo caso, este traspiés no opaca el inicio de las actividades. Para nosotros, la programación oficial de ChilePoesía parte mañana', agrega Memet. Ante este caótico panorama, la lista de poetas chilenos y peruanos que leería anoche trató de pasar el mal rato con una improvisada y 'bebida' fiesta en el Hotel Parlamento (donde se aloja la mayoría de la de la delegación de vates invitados)". Así informan hoy los periodistas del diario El Mercurio Fernando Cea y Maureen Lennon respecto a "a la caída de la actividad inaugural" del ChilePoesía. Por su parte, Pamela Balboa también en El Mercurio escribe un artículo a propósito de la difundida lectura de poesía en el monitor Huáscar. Sobre este recital, ayer en su columna Disidencias de la página de opinión de La República, Alberto Adrianzén escribe que "sería bueno preguntarles a los poetas peruanos qué hacen recitando en lo que es un botín de guerra, como es el Huáscar". Qué pena que Adrianzén no leyera el pasado viernes Zona de noticias. Por otro lado, tal y como adelanté el viernes, Miguel Ángel Zapata aparece entrevistado hoy por Pedro Pablo Guerrero en la Revista de Libros de El Mercurio. "¿Cómo valora esta invitación a Chile en un momento en que las relaciones bilaterales pasan por un 'momento delicado'? ¿Está de acuerdo con el recital a bordo del Huáscar?", le pregunta Guerrero. A lo que Zapata responde: "Hace años que voy a Chile. Tengo muy buenos amigos allá. Los países se tornan más bellos si sus mujeres son hermosas, y si tienes amigos con quienes brindar, aun mejor. No te olvides que las guerras y los odios son creados por los gobiernos y las clases con poder económico. Luego esto se esparce como veneno por el pueblo ignorante, y se crean las guerras con todas sus atrocidades. Yo no tengo ningún problema en leer a bordo del Huáscar o en el Morro de Arica, pero como peruano sí diría, antes de leer mis poemas, que el Huáscar debe volver al Perú, así como los más de 50 mil libros que se llevaron de la Biblioteca Nacional de Lima durante la ocupación". Nuevamente como adelanté el viernes, en Domingo de La República Rocío Silva Santisteban (en un artículo en el que confunde la nacionalidad de la crítica literaria uruguaya Mabel Moraña) escribe lo siguiente respecto al ChilePoesía y a su negativa personal a participar en el recital del Huáscar: "Es tan fácil ir a Chile a leer poesía. El público es receptivo y enterado: conocen de ritmos y de honestidades. Y gozan, porque saben tanto de la tristeza como de la ironía en un buen poema. Pero, como le he comentado al director de Chile-Poesía, [José] María Memet, no es lo mismo hacerlo en el Monitor Huáscar. No para una peruana. No en un espacio simbólicamente denso, en un lugar donde la herida que ha constituido nuestra nación sigue palpitando, no en el botín de una guerra que, para desgracia nuestra, sigue día a día rememorándose como constitutiva de nuestra identidad. Así que, a pesar de mi intención de cruzar fronteras o, mejor, de borrarlas, no puedo dejar de percibirme a mí misma como parte de esta comunidad nacional afrentada. La intención de este encuentro –'crear nuestro destino como hermanos y vecinos'– es mucho más estimable que mis escrúpulos y, es seguro, que los excelentes colegas que viajen dejarán en claro la fuerza de la poesía peruana en ciudades como Valdivia, Talcahuano o Temuco. No obstante, solo cuando podamos atravesar el desierto sin pensar en las líneas del mar, y cuando no haya barcos que nos recuerden una derrota, ese día miraremos al sur sin rencor".
Este sábado y domingo, al interior del Hotel Parlamento, con esporádicas salidas al centro de la capital, cruzando el río Mapocho que corre frente a la entrada principal del hotel, han sido días de concentración previos al inicio del ChilePoesía. Que yo sepa, nadie "trató de pasar [ningún] mal rato con una improvisada y 'bebida' fiesta". Han sido, sí, días y noches de conversa e intercambio verbal interesantes, lúcidos, divertidos y más. Con el tiempo de nuestro lado. Una concentración que ha otorgado energía especial y renovada a la fuerza viva de la poesía peruana. Una semana que comienza.

viernes, marzo 16, 2007

¿Epopeya?


Lamentable nostalgia de heridas pasadas ahora que la cultura está tratando de tender puentes entre dos pueblos (no dos oligarquías) hermanos. Seguiré informando desde Santiago.

Poetas peruanos en el Huáscar

La caricatura de Heduardo publicada el pasado miércoles en Perú 21 (y que republiqué aquí ese mismo día) a propósito del recital de poetas chilenos y peruanos en el monitor Huáscar en el marco del IV Encuentro Internacional de Poetas Chile-Perú mereció hoy una respuesta de Rocío Silva Santisteban en dicho diario. "No voy a ir a Chile ni voy a leer en el Huáscar. No obstante, la forma como ha caricaturizado, no solo el hecho sino el oficio de poeta el no-tan-agudo Heduardo, me parece que sobrepasa la correa que cualquiera pudiera tener. Creo que la intención básica de los organizadores de Chile-Poesía no es obviar nuestras identidades formadas a la luz de las tragedias de nuestra nación, sino 'cruzar fronteras' y construir comunidades más allá de los odios infraternos. La poesía chilena, así como la peruana, están consideradas entre las mejores de nuestra lengua y son buenos motivos para cruzar puentes y consolidar una cultura latinoamericana", señala la autora de Ese oficio no me gusta. Por su parte, Perú 21 responde lo siguiente: "Se puede estar de acuerdo o en desacuerdo con Heduardo, pero su agudeza e ironía nos parecen indudables. Un poco más de correa". Este domingo, en su Kolumna Okupa de Domingo de La República, Rocío Silva Santisteban escribirá sobre el ChilePoesía. Por su parte, Miguel Ángel Zapata, quien tras el no viaje de RSS a Chile ha sido designado por la organización del evento para participar en el recital en el Huáscar, aparecerá entrevistado este domingo en la Revista de Libros del diario El Mercurio. Ignoro cómo se llevó a cabo la elección de los tres poetas peruanos para dicha lectura entre los más de treinta que hemos sido invitados al ChilePoesía. ¿Quizá hubiera sido apropiado invitar a ese específico recital a Antonio Cisneros, actual director del Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores? "Entre los países solo hay relaciones de interés. Los afectos solo se dan entre personas", declaró Cisneros a Carlos Cabanillas en su reportaje de Caretas. Por mi parte, esta mañana envié tres preguntas breves a Rodolfo Hinostroza.
Esta noche viajas al ChilePoesía. ¿Cuál es el peso mayor que le otorgas a este encuentro?
El mayor peso está en que somos 30 poetas, varios de nosotros pesos pesados, cosa que nunca se ha hecho en naciones tan vecinas y tan distantes como las nuestras. Como dice el slogan del encuentro, se trata de tender puentes, y no de levantar muros. Los chilenos tienen una tradición poética tan fuerte como la nuestra, una poesía formidable, y ya era hora de tomar el toro por las astas, como ha hecho nuestro anfitrion, el poeta José María Memet, para dejarnos de vainas y encontrarnos de poeta a poeta, como Neruda y Vallejo se encontraron, y aunque se diga lo contrario, fueron amigos.
La lectura en el Huáscar, en la que has sido convocado, mereció una caricatura irónica de Heduardo.
Bueno, Heduardo siempre me hace reír. Él es caricaturista político, y siempre le da un sesgo político a las cosas, pero yo creo que lo nuestro tiene un sesgo marcadamente cultural, no somos políticos, sino poetas, y no vamos a reclamar el Huáscar, sino a exorcisar los fantasmas de la guerra que todavía están rondando por ahí, y traban la comunicación entre nuestros pueblos. La política mejor se la dejamos a los políticos y a los militares, que esa es su chamba y no la nuestra.
¿Llevarás algunas novedades a este encuentro?
La novedad que llevo es mi propia poesía, que es muy poco conocida en Chile, donde se conoce mucho más a Cisneros, a Belli, a Paco Bendezú que a mí, y tal vez publique una antología de mis textos más conocidos en una editorial chilena.

A propósito de los políticos, uno de ellos, el ex congresista de Izquierda Unida Rolando Breña Pantoja, el día de ayer en su columna Mirada zurda del diario Correo escribió lo siguiente: "Los peruanos quisiéramos que nuestras relaciones con Chile fueran normales y cordiales, que participáramos de un gran proceso solidario de integración y desarrollo. Sin embargo, no es así. No lo serán por largo tiempo. Conspiran en contra los traumas de la llamada 'Guerra del Pacífico', en la que el país sureño mostró innegable carácter expansionista, agresivo, guerrerista, depredador". También expresó esto de aquí: "Es verdad que existen voluntades sinceras en el pueblo chileno para superar estos problemas, pero no se ven reflejadas en las esferas oficiales más representativas chilenas (política, Fuerzas Armadas y armamentismo, diplomacia, economía, comercio) como es comprobable cada día, que van desde problemas fronterizos hasta la apropiación de productos y marcas. No pueden ser suficientes los llamados y los buenos deseos. O la visita de funcionarios, legisladores, militares, diálogos presidenciales, embajadas culturales; o el anunciado recital de poetas peruanos y chilenos en el histórico Huáscar de Miguel Grau, hoy botín de guerra".
Nuevamente a propósito del "anunciado recital" en el Huáscar, envié hace unos minutos una pregunta a Doris Moromisato, quien ha tenido la gentileza de contestar a la brevedad lo siguiente: "El Huáscar es un símbolo como leer poesía también lo es. Nada malo puede surgir de este recital, es más bien un gesto de construcción antes que de provocación. Soy hija de inmigrantes y mi forma de construir la identidad peruana y latinoamericana fue amando y no odiando lo que sus habitantes amaron, no lo que odiaron. Para mí las guerras son patriarcales y machistas. La poesía en cambio es sutileza, delicada forma femenina de atrapar la realidad. Este recital será un antídoto para los rencores históricos".
Hoy el portal de ChilePoesía incluye el programa general del encuentro. Los espacios de lectura comprenden, entre otros, la Municipalidad de la comuna Independencia, el Instituto Sagrado Corazón, el Centro Cultural de España, la Sociedad de Escritores de Chile, la Casa Central de la Universidad de Chile, el Goethe Institut, la Universidad de La Frontera, la Pinacoteca de la Universidad de Concepción y la Plaza de Armas de Santiago.

En la foto: el monitor Huáscar en la mira.

Juan Javier Salazar NADAndo

La edición de ayer jueves de Caretas incluye en su sección cultural la siguiente nota sin firma que incluyo en su totalidad.

Contestatario Juan Javier Salazar emerge con nueva muestra
Corriente Arriba

Calificado de artista conceptual o, más precisamente, chicha conceptual, Juan Javier Salazar posee una de las trayectorias más destacadas de la plástica peruana contemporánea. Ahora, luego de haber presentado el año pasado una exitosa muestra antológica, Salazar vuelve con "NADAndo", una exposición que inaugura el segundo año de actividades de la Galería 80m2.
Dueño de una obra irreverente e irónica, y representante de las agrupaciones ochenteras Paréntesis y Huayco, Salazar presenta su reciente cosecha de lienzos, grabados y cerámicas, así como un video-instalación de cuyo contenido ya adelantara algo hace poco en La Culpable.
Allí, en un video que hace referencia a la obra de Duchamp, Salazar aborda "la vaciedad de los conceptos que arman la cultura", aproximándose a esta reflexión desde tres frentes: tierra, aire y mar. En este último: mostrando el destino de los millones de anchovetas que desde antes de nacer, el mercado ya las condenó a ser harina de pescado. El conversatorio de rigor con el artista se realizará, como de costumbre, el miércoles siguiente a la inauguración, el 28, a las ocho de la noche. Vale.

En la foto: El mundo acuático de Salazar. Desde el 21 en Prolongación San Martín 10, Barranco. [Leyenda de Caretas]

Dos entrevistas a Juan Claudio Lechín

El martes en la sección cultural de Correo Carlos M. Sotomayor publicó una entrevista al escritor boliviano Juan Claudio Lechín a propósito de su novela La gula del picaflor. Hoy en la sección cultural de La Primera Jack Martínez hace lo propio. Incluyo las preguntas finales de ambas entrevistas. "Viviste en Lima, ¿cuál es tu relación con la literatura peruana?": "Leí mucha literatura peruana sobre todo en mi adolescencia, leí Bryce, Vargas Llosa por supuesto, la poesía de Pablo Guevara, luego a Cisneros. Sin duda quedé fascinado con Watanabe, Arguedas en toda su extensión, y mi admiración permanente a mi querido amigo y extraordinario escritor injustamente reelegado, Manuel Scorza. Aprecio mucho la escritura de Jorge Eduardo Benavides, Iván Thays y Alonso Cueto". "Para terminar, tras Paz Soldán y su éxito, los ojos de Latinoamérica se inclinaron hacia Bolivia. Sin embargo, aparte de él y ahora de ti, en los últimos años poco se sabe de la literatura de tu país. ¿Cómo la consideras?, ¿cuál crees que sea su futuro en ese aspecto?": "Bolivia está viviendo un boom literario interno. Hay muchos autores que escriben no sólo bien sino que han adquirido prestigio por las virtudes de su pluma. Está Ramón Rocha Monroy, Gary Daher, Giovanna Rivero, Homero Carvalho, Eduardo Scott, Humberto Quino y otros, cuya calidad es encomiable; pero Bolivia no es un país que tenga la capacidad de exportar estética y pensamiento, salvo casos excepcionales. Si muchos de estos autores serían mexicanos, argentinos o aún peruanos, ya habrían trascendido las fronteras nacionales".

jueves, marzo 15, 2007

La persistencia de lo efímero

Las páginas culturales de los diarios El Peruano y El Comercio dan cuenta hoy de la fundamental muestra La persistencia de lo efímero. Orígenes del no objetualismo peruano (1965-1975), que se acaba de inaugurar hace unos instantes en el centro cultural de España (Natalio Sánchez 181, Santa Beatriz), y la cual obedece a la curaduría de Miguel López y Emilio Tarazona. "La década de 1960 fue muy importante para el arte peruano. En general, el panorama se abrió con la apertura hacia una incipiente sociedad de consumo. En ese contexto, algunos artistas locales otearon horizontes alternos a los establecidos, como el figurativismo o el abstraccionismo. Así, palabras como no objetualismo, happening e instalación se hicieron más conocidas por estos lares. Términos que en nuestros días globales son cosa cotidiana y forman parte del imaginario urbano, gracias a la publicidad y los medios de masas. Pero en esos años, atreverse a hacer una instalación, una ambientación o un happening desafiaba todas las convenciones artísticas. Incluso se les acusó de copiar las influencias de Estados Unidos o Europa. Estas iniciativas, algunas de ellas aisladas entre sí, contribuirían a perfilar el panorama heterogéneo actual", sostiene Giancarlo Stagnaro en el primer diario mencionado. Por su parte, en El Comercio Enrique Planas entrevista a Emilio Tarazona (otro participante en el ChilePoesía, a través de su comprensión de la obra de Jorge Eduardo Eielson). Incluyo las tres primeras preguntas. "¿Por qué nos hemos demorado tanto en sistematizar un proceso artístico iniciado hace 40 años?": "No lo sé. Tampoco somos los primeros en abordar el tema. Existen tres estudios, uno de Juan Acha (1971), publicado en Italia; el de Alfonso Castrillón, realizado para un coloquio en Colombia (1981), y el de Gustavo Buntinx, que recoge parte de la experiencia de los años 60 en un ensayo publicado en Argentina. Los tres estudios son aún introductorios. Este trabajo, realizado con Miguel López hace solo dos años, empieza a levantar detalles muy interesantes que nos permiten tener la imagen de la experimentación no-objetualista en el Perú entre los años 60 y 70". "¿Y qué detalles caracterizan esa experiencia?": "Esta experiencia se inicia en un momento marcado por el cuestionamiento del pop y del op art en contra de la trascendencia del objeto artístico. Hubo entonces un acercamiento a un lenguaje colectivo, tocando temas cotidianos que no estaban en el horizonte del arte abstracto. Así, la banalidad entra en la plástica y con ello la inclinación por lo efímero. El gesto del happening y el arte conceptual es parte de esa especie de apertura de la plástica al mundo cotidiano". "¿Jorge Eduardo Eielson, una presencia obligada en la muestra, sería un fundador del arte no-objetual?": "El no-objetualismo arranca en 1965, y los primeros happenings de Eielson son de fines de esta década. Desde fuera de la escena artística local, Eielson tuvo una presencia continua en manifestaciones de este tipo, desde arte conceptual hasta instalaciones. Cosa que no ha ocurrido con muchos artistas locales, de trayectorias más difusas".

En la foto: Imagen del Parque de la Exposición sin el Museo de Arte. Audaz gesto de Emilio Hernández contra la institucionalidad artística (1970). [Leyenda de El Comercio]

Garayar, Calderón Fajardo

Hoy en la sección cultural de Perú 21 José Gabriel Chueca entrevista a Carlos Garayar, quien acaba de publicar la novela El cielo sobre nosotros, la cual trata sobre "una historia de amor entre una enfermera y un tuberculoso desahuciado, un extranjero. Transcurre en un pueblo de la selva que no alude a un espacio real sino que es una suma de recuerdos y adecuaciones para la propia novela. No podría decir que pertenece a la selva de Pucallpa, de Iquitos o de San Martín. Esta historia es vista por un médico, en un extremo, y por un policía, en el otro", según comenta el autor. Dos preguntas. "¿En qué parte del panorama local ubicaría su obra?": "Yo me sentiría más cómodo con los escritores jóvenes que surgen ahora y que, creo, comparten la idea de que la literatura no es un reflejo de la realidad sino que es una construcción coherente, simbólica, etc., que, más bien, rivaliza con la realidad. Cuando escribo, la gratificación que recibo es la de descubrir cosas que yo no veía en la realidad, pero que veo en la novela". "¿Qué está leyendo ahora?": "A cierta edad preferimos releer. Estoy releyendo a Coetzee, el Premio Nobel. También leo cosas nuevas, como Soldados de Salamina, de Cercas, que me ha impresionado, y a autores peruanos, como Alonso Cueto. También a algunos jóvenes, como Effio, Iparraguirre y García Falcón. Posiblemente vayan a ser grandes novelistas". Por otro lado, en la sección cultural de La Primera Jack Martínez reseña el libro de cuentos Historias de verdugos de Carlos Calderón Fajardo. "El último, extenso y –desde mi óptica– el mejor [relato], 'Los ángeles del quinto piso', enmarca la mayoría de elementos de sus antecesores. Se desarrolla en París, y nos muestra la faceta menos atractiva de la otrora 'Ciudad Luz'. Se trata de un peruano que llega a la capital francesa buscando a una mujer, pero conforme va pasando el tiempo sin hallarla, termina sin dinero, sin casa, sin comida. Empero, cuando se encuentra a punto de ser un clochard, consigue alojamiento gracias a un cura y se da inicio a nuevos sucesos. De esta manera se erigen los relatos de Calderón Fajardo, con el estilo depurado de un narrador neto a quien, sin embargo, el poco cuidado de la editorial en la corrección de su libro ha desembocado en no contadas erratas. Algo que por ratos le juega una mala pasada a la ilación de estas Historias de verdugos", afirma.

En la foto: Carlos Garayar.