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martes, febrero 27, 2007

Nieto Degregori, Cueto

Esta madrugada he retornado a Lima, ciudad envuelta en un calor agradable, y en la que permaneceré durante unas largas semanas. Hoy en la sección cultural de El Peruano Giancarlo Stagnaro entrevista al narrador Luis Nieto Degregori a propósito de reciente novela Asesinato en la Gran Ciudad del Cusco (Norma, 2007). Una pregunta. "¿Qué te atrajo del siglo XVIII para escribir una novela en clave policial?": "Dos nacionalismos: el criollo y el mestizo, que se oponen al dominio hispánico. En este thriller, un joven cronista averigua si su padre es culpable o no de los crímenes que le imputan: asesinatos y tumultos contra la Corona. El padre del marqués formaba parte de una de las familias más poderosas del Perú de la época. Decían que tenía tanto dinero que podía comprar a los oidores de Lima o al propio virrey. Pero al mismo tiempo se reclamaba descendientes de incas". Por su parte, en la misma seccion del diario José Vadillo Vila reseña la reeditada novela de Alonso Cueto El vuelo de la ceniza. "En el caso de El vuelo de la ceniza, por ejemplo, Cueto sabe qué elementos se necesitan para hacer una novela negra (un asesino en serie, una escena del crimen, personajes de doble moral, un detective y una mujer bonita). Sin embargo, el autor deja de lado el calor de los personajes. Sus diálogos son mecánicos, carecen del contacto con la calle, como guiados simplemente para cumplir su parte en frases cortas, incluso en actos tan complicados como el matar. En El vuelo... todos los personajes caen en este estado: el doctor Boris Gelman, el detective Gómez y Sonia. Esta impresión también la tuve con Grandes miradas y La hora azul. En esta última, el distrito de San Juan de Lurigancho y la ciudad de Ayacucho son paisajes sin vida, que podrían intercambiarse sin modificar gran cosa la forma de ola. En lo personal, veo en la narrativa de Cueto muchas deudas a la literatura anglosajona. Y eso es bueno. El problema es que a veces sus trabajos tienen la frialdad de una traducción", sostiene.

En la foto: Luis Nieto Degregori.