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domingo, setiembre 24, 2006

Madeinusa y Santiváñez

Hoy en el suplemento Dominical de El Comercio, Ricardo Bedoya publica una excelente crítica a la película Madeinusa de Claudia Llosa, a la que califica como "una cineasta de verdad". Destaco algunas partes: "Más allá de la trama elemental, impulsada por el objetivo de la protagonista de viajar a Lima, lo que mueve la acción dramática de la película es una intrincada trama de transacciones, intercambios y correspondencias; un 'doy para que des' de favores sexuales, promesas, bienes, servicios, lealtades, agresiones y traiciones. 'Te hago virgen y dame la primicia de tu virginidad', puede decir el alcalde; 'Tengo los aretes a cambio de perdonar el abandono materno', puede pensar Madeinusa; 'Tenme vestida de virgen, a cambio de que me lleves a Lima', es el pedido que recibe Salvador (Carlos Juan de la Torre); 'dame tu trenza y toma mi silencio', podría decirle Chale a su hermana; 'antes de fornicar con mi mujer te corto la corbata', se dicen entre sí los hombres del pueblo; 'llévale cualquier ofrenda a la virgen pero déjame a Madeinusa', es el pedido del alcalde a Salvador. '¡Muere pronto, y muere ya, que queremos treinta y nueve horas de libertad!', es el pedido de Manayaycuna a Cristo en un Jueves Santo de impaciencias". También dice: "Los mejores momentos de Madeinusa transcurren en interiores y entre mujeres solas. Los diálogos iniciales entre las hermanas, o la preparación del vestido de la virgen y la conversación con la tía, tienen una cualidad especial: son susurrados. Ese hablar en voz baja potencia el verdadero tono de la película, su clima soterrado, de hechos ocultos mirados desde un umbral o por el ojo de una cerradura, de secretos escondidos por la situación misma y por el abigarrado mobiliario, de valores plásticos notorios y que logra una paradoja expresiva: los tributos religiosos, ángeles, estatuas, trofeos, una lata de Coca Cola, objetos de devoción de iconografía ingenua, a pesar de sus colores vivos, se convierten en elementos del escenario de un cuarto de castigo, de una celda de horror y miedo en los momentos finales del filme". Por otro lado, en la sección cultural de La Primera, Jack Martínez entrevista a Roger Santiváñez a propósito de su Dolores Morales de Santiváñez (Selección de poesía 1975-2005). Incluyo una pregunta. "Desde temas familiares, remembranza de la niñez y del paisaje que lo vio crecer, hasta versos eróticos y de amor, son recurrentes en su poesía. ¿Son esos los dolores morales que acusa Santiváñez?": "Efectivamente esos son mis dolores y no otros. Este cielo que veo y no otro, como dijo Eielson. La memoria de Piura en la infancia y primera adolescencia (una especie de edén perdido), las lindas muchachas que me otorgaron su dulzor en medio de la violenta Lima de los ochentas y noventas. La verdad es que mi poesía gira en torno a los grandes temas: el tiempo, la soledad, el amor y la muerte, cuando no la propia poesía".

En la foto: Madeinusa.