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sábado, agosto 19, 2006

Alberto Adrianzén: "Expreso y Correo promueven la sospecha y la soplonería"

La página de opinión de La República publica un punzante artículo de Alberto Adrianzén M. titulado "Oscurantismo e intolerancia cultural". En el mismo, el politólogo empieza mencionando las "[casi inexistentes] relaciones que existen en el país entre la política y las élites, por un lado, y el mundo cultural e intelectual, por el otro. Es como tratar de juntar el agua con el aceite. Se repelen salvo en momentos excepcionales. Nuestra historia está llena de ejemplos de este desencuentro que se ha convertido en una suerte de tradición. Por eso somos pobres en cultura". Adrianzén ofrece respecto al tema ejemplos puntuales de la hora: "Por eso es no extraño el maltrato que los intelectuales y artistas, reciben en el país. A Sinesio López, director y constructor de la Biblioteca Nacional, unas de las pocas cosas decentes que el gobierno anterior puede mostrar en términos culturales, este nuevo gobierno no le aceptó la renuncia y lo cesó sin siquiera agradecerle por los servicios prestados. Algo parecido le ha sucedió a Benjamín Marticorena, que ha cumplido una destacada labor al mando del CONCYTEC. Su sucesor que poco sabe de estos temas –y me imagino que también el nuevo Ministro de Educación– no esperaron a que terminase sus funciones. Le quedaban apenas dos semanas. Así que prácticamente fue desalojado de su puesto. En el Congreso, la actual Mesa Directiva ha cerrado el Centro de Investigación Parlamentario, cuando todo Congreso respetable tiene un centro de investigación. Hace unos días Rafael Tapia, uno de los responsables del Fondo Editorial del Congreso ha sido despedido. Si hay algo que valía la pena en ese Congreso era, justamente, el Fondo Editorial. También hace unos días en el Canal Siete (RTP) fue despedido Antonio Zapata, creador y conductor de ese buen programa 'Sucedió en el Perú'. Felizmente la sensatez volvió y Zapata ha sido repuesto". También dice: "Y por si fuera poco, en estos días ciertos medios, entre los cuales destacan Expreso y Correo, han iniciado una verdadera cacería de brujas contra los intelectuales de izquierda y las ONG en nuestro país. De manera sistemática estos diarios publican nombres de personas de izquierda, instituciones de investigación y promoción, para que sean proscritos de cualquier posibilidad de servicio con el Estado y con el sector privado. [...] Estos diarios se han convertido en verdaderos guardianes de la intolerancia, en auténticos promotores de la sospecha y la soplonería, y en enemigos del pensamiento crítico. No es difícil imaginar a sus dueños y directores, participando felices en una quema de libros y alertando sobre lo 'nefasto' que sería la existencia y el desarrollo de una cultura progresista y liberal en nuestro país. Son, pues, los tambores que anuncian una suerte de 'guerra cultural' en nuestro país". Y concluye señalando lo siguiente: "En los últimos años lo que ha primado es la desidia y la represión a los intentos por un desarrollo intelectual y cultural en el país, sobre todo progresista, así como un rechazo al pensamiento crítico. No es extraño que los más importantes intelectuales en sus inicios hayan sido todos contestatarios. Hoy estamos en otra etapa. En el intento de liquidación de una cultura progresista y crítica. De lo que se trata es de promover otra, que rinda culto al 'espectáculo' y al mercado, y pleitesía al poder y a la propia élite. La contestataria y crítica, la vanguardista, como celebró hace unas semanas un iracundo columnista en otro diario, debe morir o estar condenada a la marginalidad. Esa es la consigna en estos tiempos de entretenimiento y de poca cultura". Verdaderamente preocupante.

En la foto: crítico de arte Gustavo Buntinx, su intempestiva salida de la dirección del Centro Cultural San Marcos fue celebrada por el "iracundo columnista" Alonso Alegría en Perú 21.